"Esta es una novela autobiográfica que comienza en una sala de montaje. La habitación permanece en penumbra, excepto por el monitor donde se va componiendo la cinta, una pantalla que, más que iluminar,solidifica las sombras. A medida que cada retal va encontrando su secuencia, comprendemos que la autora no tiene intención de confesarse, sino que trata de dibujar una boca sobre la superficie de susmiedos para darles la palabra. Después, abrirá dos cuencas y colocará sus ojos sobre ellas para mirar al otro lado, para saber qué tememn los fantasmas, aunque eso signifique reconocer que el rostro de nuestros miedos es idéntico al nuestro. Entonces, done el instinto nos dice que debemos huir, la literatura empuja a la autora, como al montador de una película, a regresar, a rebobinar, a congelar la imagen. Hasta que un día ve en el reflejo de la pantalla, como en un espejo, su rostro, que no es el de antes, que ya no es el de sus miedos: envejecer es acercarse a la muerte, pero también es salvarse"--Page 4 of cover.
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